¿Cómo será la ciudad a partir de mañana? Si hemos sido más sensibles con nuestro entorno en las últimas semanas, la ciudad debería ser más amable de lo que lo era antes del 14 de marzo. Todos somos ciudadanos de a pie ahora más que nunca, por eso se asoma a esta charla de domingo un arquitecto que conoce cada milímetro de esta ciudad y que ha profundizado en los asuntos del espacio público, relacionados con los usos del suelo, la movilidad y, como no, la vivienda.
Diálogo Córdoba – Palestina: con Marta Jiménez y Maha Abualkas
2 // Resistencias desde la Comunicación Feminista en tiempos de COVID-19.
El relato que os servimos en esta segunda entrega de Resistencias desde la Comunicación Feminista en tiempos del Covid-19 lo comparten dos periodistas: una de la ciudad de la Mezquita, Córdoba, MARTA JIMÉNEZ ZAFRA; otra, de la Franja de Gaza, Palestina, MAHA ABUALKAS.
Marta Jiménez Zafra, periodista del medio digital Cordópolis nos retrata la situación vivida debido a la pandemia desde la ciudad andaluza de Córdoba. Analiza la gestión de las medidas que se han tomado para paliar las consecuencias del COVID, retrata cómo , a través de las informaciones falsas, se puede llegar a propagar mensajes y generar desconfianza entre la ciudadanía. Además, nos habla sobre cómo se ha evidenciado la importancia del periodismo local en una crisis global, que ha dejado en evidencia la “crisis” de los cuidados y cómo siguen recayendo, en su mayoría, en las mujeres.
Maha Abualkas, corresponsal de France 24 en árabe, nos acerca a la Franja de Gaza, históricamente asediada y bloqueada por las políticas coloniales israelíes que lleva ejerciendo en Palestina desde el siglo pasado. Una ciudad de casi un millón de habitantes y con recursos limitados, afronta una situación de la que difícilmente podría hacer frente ante una epidemia como el coronavirus en caso de propagarse. En este caso, la situación de confinamiento y las medidas tomadas por las autoridades palestinas para evitar el contagio, han destapado la vulnerabilidad en la que se encuentra la ciudadanía, y en especial, las mujeres gazatíes.
Beatriz Sánchez: “A veces me pregunto ¿por qué tengo que hacerlo todo tan feo?”
(Mensaje de Whatsapp) Hola Beatriz, dime si te apetece hacer la entrevista en algún sitio de Córdoba que tenga que ver contigo.
(Audio de Whatsapp) No me des ideas, porque ya se me está ocurriendo el colegio de monjas donde tripití EGB, tripití. Eso es el origen de todo si te digo la verdad: Las Esclavas.
(Mensaje de Whatsapp) No te creo!!! Yo también estuve allí… esas madres, ese túnel, ese Sagrado Corazón de Jesús, esa Santa Rafaela María Porras Ayllón…
(Mensaje de Whatsapp) Lo hacemos allí? 👀
(Mensaje de Whatsapp) Voy a preguntar.
Lo que sigue es la conversación con la creadora visual Beatriz Sánchez (Córdoba, 1977) tras un tour por su colegio de las Esclavas, en la cordobesa plaza de San Juan, de la mano de su amabilísimo director David Fernández. Una gran charla que arroja luz sobre la actitud punky de esta artista que mezcla lo digital con lo analógico, que ama el humor, el disparate, lo grotesco y la basura, que dispara a pie de calle contra las imágenes que producen tanto el sistema como la cultura elitista y que ha acabado acomodada al low cost que ha marcado su vida artística. Y la otra, también.
Nieves Galiot: “Para hablar de mis obras siempre se recurría a la palabra sensibilidad. Ahí lo dejo”
Las obras de Nieves Galiot han sido una suave luz atravesando la oscuridad cultural contemporánea de la ciudad. Una luz engañosa que regalaba fogonazos al mirarla de cerca. A mitad de los 90 Nieves era una de las escasas artistas veinteañeras que producían en Córdoba. Acababa de montar su taller de grabado y de collages y de objetos encontrados, su particular universo en el barrio de Las Costanillas. Desde allí lleva más de dos décadas disparando a la innegable belleza de todos los monstruos.
Licenciada en Bellas Artes y profesora de Artes Plásticas en secundaria, Galiot no dudó en salir a la escena artística sacando y dedicándole tiempo y energía a ese impulso creador que tantas mujeres han tenido que reprimir a lo largo de la historia. Esas de las que nadie ha oído hablar en su vida académica porque todos los “grandes creadores” fueron hombres.
La artista ha inaugurado esta semana en el patio del Colegio de Abogados una espléndida instalación titulada Toda persona. Nadie, que “lee mal” la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Armada con un pirógrafo, Galiot ha ido quitando palabras a los artículos de este texto. Literalmente las ha quemado y ha dejado la huella de esta acción. Además, no ha estado sola. Su hija Candela, de 8 años, la ayudó en su tarea y quemó la palabra “Estado”. Una subversión poética que estará abierta en este espacio hasta el 12 de diciembre.