Formación: Bebe (voz y guitarra), Carlos Sánchez (batería y percusión), Pablo Novoa (guitarra solista y piano).
Lugar: Gran Teatro. Viernes 2 de noviembre.
No sé bien si por su concierto de hace seis meses en la sala Metrópolis o porque la gente no tiene un céntimo en la tercera provincia con más paro de España o porque Bebe da miedo, el caso es que la extremeña no llenó el Gran Teatro el pasado viernes. Venía suavita, en acústico, dispuesta a no chillar sus canciones sino a desnudarlas y tocarlas como si estuviera en el sofá de casa. El resultado fue un concierto raro, bonito y con tanto carácter como ella.
Tout les garçons et les filles en la voz de Françoise Hardy fue la canción escogida para los créditos mientras se iluminaba un escenario con guitarras, piano y percusión, más un pequeño xilófono al lado de la cantante que sonaba a caja de música. A guitarra y voz Bebe rasgó la noche con Me enseñará , y entre sus oh ah oh, ya en los primeros acordes, nos descubrimos ante el maestro que la acompañaba: Pablo Novoa (ex Golpes Bajos), un músico “más fino que el coral” según la extremeña, que aportó swing , distinción y aun más personalidad a esta nueva dimensión de las canciones de Bebe. Uno de esos músicos en la sombra que, como los grandes secundarios en el cine, es capaz de comerse a la estrella sin pretenderlo. Pero él, acostumbrado como estuvo a Germán Coppini, en vez de arrogarse a su enorme talento, se pasó el concierto defendiendo musicalmente a la artista, haciéndola sentir cómoda, acompañándola y viviendo sus canciones tanto como ella. Un grande.
Y mientras Bebe arrastraba su voz dándole la vuelta a temas de aquí y de allá. De su nuevo disco Un poquito de rocanrol , de los anteriores y con el extra de alguna de esas canciones importantes en su vida “de las que mueven el corazón” y que anda incluyendo en esta gira acústica. En ningún escenario canta la misma, depende del día y de su estado de ánimo y como el del viernes en Córdoba debía ser desgarrado, se arrancó con el S.O.S de Mayte Martín, una copla que se metió en los sentíos de la cantante y del público. Otro gran momento fue Ella un hit que desprovisto de todas sus capas de producción y que pasado por el filtro bossa nova del guitarrista Novoa se convierte en una pequeña joya.
Al final llegó un chulesco K.I.E.R.E.M.E , un tierno Cumpleaños Feliz para una niña del público y un impulsivo “que sepáis que no va a haber bises” que no era necesario. Siempre tuve la sensación de que Bebe habla y luego piensa, por eso es mejor que cante. Lo reconoce hasta ella misma en Me pintaré : “hoy no pienso pensá”.