Gervasio Sánchez es de Córdoba y del Córdoba hasta médula. Siente los colores del equipo tanto como la imagen latente de la ciudad donde nació. Tras haber recorrido muchos campos de batalla, el fotoperiodista recibió el jueves en el Alcázar el premio Julio A. Parrado, que reconoce la labor de los corresponsales de guerra. Igual que en el tercer mundo dispara su cámara, Gervasio descargó aquí palabras con un mensaje tan contundente como el de las imágenes que su ojo ve. La revelación de la hipocresía y el ocultamiento a viva voz frente al silencio de sus fotografías.
Odón Elorza es el alcalde de san Sebastián y es de la Real. También tiene la palabra paz permanentemente en los labios, aunque pertenezca al partido que gobierna y que sufre la bipolaridad de usar el nombre de la paz en vano al vender armas. Odón ha dicho esta semana que “si la ciudad (Donosti) gana la capitalidad cultural europea en 2016, el proceso de paz en el País Vasco será imparable”. Parece que el alcalde tiene fe en que un título puede arreglar un problema no solucionado en 50 años. El victimismo no vale para todo por muy rentable que sea electoralmente. Además, en casos tan delicados se nos antoja muy irresponsable.
Tanto, como que la ministra de Cultura haya nombrado en un comité asesor de expertos de arte contemporáneo a Santiago Eraso, director artístico de la candidatura San Sebastián 2016. No me gusta nada y huele mal, aunque no pienso hacerme la víctima.
Imagino que la adquisición de CajaSur por la BBK no tiene nada que ver en todo este tinglado ¿no?