Hace ahora dos años escribía en estas páginas que Córdoba merece más viajeros y menos turistas. Debí haberme callado. Si en aquel mes de mayo pensé que se había desatado la bestia, lo de estos días de patios en La Axerquía, y ni me quiero imaginar san Basilio, me han parecido la versión sureña del Borne. Mordor, en la Tierra Media inventada por Tolkien, es una región desolada con un interior desértico sin vegetación. Sin ánimo de ser aguafiestas, cada vez más vecinos del casco histórico se sienten estacionalmente en una región así de oscura. Atrincherados en casa mientras maldicen el ojo de Sauron.
No saldrán de mi mano pintadas del tipo Stop guiris o tourist go home que señalen la masificación y la propia explotación a la que se ve expuesta la ciudad, como ha ocurrido en otros lugares. Pero tampoco saldrán de mi boca las loas y alabanzas pueriles a este “único” modelo de ciudad del que Córdoba ya tiene excesiva dependencia. Me exaspera que por aquí nadie piense en las consecuencias de este pan para hoy y hambre para mañana: la disneyficación de la Judería y el Alcázar Viejo, el monocultivo comercial, la pérdida de identidad, la gentrificación, la transformación del paisaje urbano o las heridas de muerte a la vida social de los barrios.
El enemigo no es el turista, sino quien no tiene ningún plan ni modelo de ciudad ni tampoco posee amplitud de miras más allá de las próximas elecciones municipales. También, cierta industria turística sin escrúpulos que se aprovecha de la forma más cutre posible del aluvión de turistas: desde el hostelero que no contrata a más personal en estos picos, hasta los hoteles por las nubes o el casero que tiene rezando a sus inquilinos para que no los eche cuando cumpla el contrato de alquiler para montar un Airbnb. Por cierto que esto último ya empieza a ser una burbuja, con plazas y calles enteras del casco histórico que ya no tienen vecinos, solo turistas. Y la pregunta del millón -de turistas y en alza- ¿De qué sirven las cifras astronómicas con una tasa de paro que continua siendo del 26% ¿la gallina de los huevos de oro? ¿En serio?