El colorista Juan Ventura, habitual de las películas de Alberto Rodríguez, imparte un taller en Córdoba sobre color en el cine con alumnos venidos de diferentes puntos del país
El colorista Juan Ventura sabe lo que es no llevarse un Goya. Lo ha “sufrido” tres veces consecutivas, la última hace diez días cuando la película ‘El Niño’ ganó la estatuilla del cine español a la que él aspiraba, junto a Pedro Moreno, por los efectos visuales de ‘La isla mínima’. Pero estos sinsabores son pura anécdota comparada con la carrera de Juan, quien ha trabajado en todos los filmes de Alberto Rodríguez -menos ‘El Traje’-, fue responsable de fx de ‘La gran familia española’, y colorista en ‘Juan de los muertos’ o ‘Carmina o revienta’, y es uno de esos técnicos de la gran familia andaluza valorados en la industria española. Tanto, que un taller intensivo sobre ‘Correción del color y cine digital’, celebrado este fin de semana en la Escuela Evolutiva, en Córdoba, ha atraido a profesionales del video y el cine, autodidactas y aficionados al etalonaje (proceso de posproducción que hace referencia a la corrección de color) de diferentes puntos de la península.
“Es que es muy difícil encontrar cursos de tratamiento del color”, cuenta Fiona, profesora de audiovisual del grado de FP en un centro de Granada. Ella es de las pocas profesoras que no puede parar de reciclarse “porque la tecnología cambia muy rápido” y ya nada tiene que ver con lo de antes. Es muy fácil quedarse “obsoleto” con unos alumnos que han nacido y crecido con los ordenadores. “Lo que para mí es subir al Veleta para ellos es hacerlo a una colina”, confiesa la profesora con la sana ambición de superarse día a día en su materia. La acompaña Gonzalo, otro granadino que se dedica al video y que no quería perderse la oportunidad de aprender con este profesor “con tanta experiencia”. En el aula completa los acompañan compañeros venidos de lugares como Badajoz o Sevilla.
Allí, cada uno delante de un PC o un MAC, Ventura – que también es DI, Supervisor y creador de efectos especiales para formato 35mm y HD Cine-alta- les habla de la psicología del color. De la agresividad que daba el naranja a la película ’300′ o de lo importante que es el rojo para filmes ambientados, por ejemplo, en Marte. “Si a cualquier película le quitas el color es otra película”, sentencia el profesor. Los alumnos aprovechan para preguntarle por la suavidad de determinada cámara, cuánto hay que gastarse en ella, a lo que él responde que dependiendo del dinero se trabaja de una manera u otra “sin que eso tenga que mermar la calidad”.
En el curso intensivo de sábado y domingo se ha trabajado con casos prácticos reales utilizados en el trabajo del día a día del colorista. De hecho, se ha visto la filosofía, espacios de color, LUTS y técnicas de películas firmadas por Ventura como ‘La isla mínima’, ‘After’ -que fue la última de Alberto Rodríguez en 35 mm.- ‘Ali’ o ‘Carmina o revienta’, “diferentes películas con diferentes formatos”. Para Juan Ventura es imprescindible “conocer” el analógico para “saber de digital” y más hoy, añade el colorista, que tanto se quiere “emular” lo que fue el negativo.
Preguntado por la demanda de esta clase de cursos, Ventura lamenta la falta “de especialización” de los profesores porque las administraciones “no cambian” y los materiales de formación “son obsoletos”. El técnico cree que hacen falta “más apoyos y menos carencias” en la formación audiovisual pero que, a pesar de ello, existen jóvenes en Andalucía “muy preparados”.
Con respecto al éxito, de taquilla y premios, de ‘La isla mínima’, y la presencia del cine andaluz en los últimos Goya, el colorista confiesa que el cine de esta tierra “ya se mira con otros ojos” y que comienza “a haber confianza” en los técnicos andaluces por parte del cine español. Ante la siempre complicada petición de con cuál de las películas en las que ha trabajado se quedaría, Juan Ventura afirma que “en cada película se aprende en lo humano y en lo técnico”, y pone de ejemplo el rodaje en Cuba de ‘Juan de los muertos’, “que fue espectacular”. Asimismo ensalza el trabajo en equipo con su amigo Alberto Rodríguez que describe como “trabajar en casa. Somos una piña”.
Fotograma de ‘La isla mínima’| © Warner, A3media, Atipica Films y Sacromonte Films